(JAVI) Es un título bucólico, casi romántico, pero nada más lejos de la realidad. Hoy te escribo -como fisioterapeuta- sobre una sensación que seguramente habrás experimentado en más de una ocasión: hoy tengo las piernas como piedras, te suena?
Esta sensación se debe a la sobrecarga de ejercicio que acumulamos en nuestras piernas y más concretamente en los cuádriceps. Es decir, el músculo está tan colapsado de entrenos que no puede generar más fuerza: no se "reclutan" todas las fibras musculares de ese músculo porque ya no acepta más ejercicio, y nos duele. El cuádriceps es un músculo muy potente y es el responsable de la flexión de la cadera y la extensión de la rodilla. Al cruzar la rodilla e insertarse en la tuberosidad tibial mediante el tendón rotuliano, puede producir el bloqueo de la rodilla, dándonos la sesación de que "algo falla", de tener menos estabilidad; parece que no doblamos del todo la rodilla, está débil e incluso tememos su crujido de un momento a otro... pero tranquilos, esto no pasará! Pero es un aviso de que ya vas tarde para la visita al fisio para hacer una descarga muscular.
No es nada grave y si pones remedio pronto, tiene fácil recuperación. La mejor opción? Una buena descarga manual a base de masaje descontraturante (que se sufra poco) y para finalizar, plato fuerte de Punción Seca en los puntos gatillos (seguramente vasto interno y vasto externo del cuádriceps.
Con esto se reseteará la musculatura dejándola como nueva con la satisfactoria sensación de que "esa" rodilla, vuelve a ser "tuya".
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