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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Banyoles: Cómo debutar en una triatlón y no morir en el intento

triatlon banyoles
Javi y Juan frente al box de bicis antes de empezar la triatlón
 (JAVI) Hoy, con pretexto de la Triatlón de Banyoles celebrada el fin de semana anterior (muy pasado por agua!!!) doy la palabra a mi hermano Juan que se estrena en una trialón y, todo hay que decirlo, se estrenó por lo grande porque lo disfrutó como un enano. 

   Con mi hermano y su crónica recuperamos en KM30 el espíritu del debut, los nervios del estreno, el pequeño-gran objetivo de "simplemente" llegar a meta, el reto de superar el nudo en el estómago para dar paso a la adrelina de competir contra ti mismo.

  (JUAN) Justo antes de debutar en un triatlón me dice Javi: recuerda la experiencia, tendrás que hacer la crónica de la carrera para kilometro30… ¡Perfecto! Como no estaba ya nervioso…


   Pues bien, esta es la crónica de mi debut en una triatlón olímpica:


   Sábado 7 de Setiembre de 2013, una vez recogidos los dorsales y con Javi recordándome una vez más las normas de un triatlón para que no me descalifiquen, empieza a caer una tormenta de agua impresionante, a lo que pienso: tranquilo, es una tormenta de verano, cinco minutos de agua abundante y saldrá el sol… sí claro… como veréis, el destino nunca está de mi lado...


triatlon banyoles
Esperando la salida
   Las salidas son por orden de categorías, la mía es la última, “los no federados”, antes habrían salido la elite (no lo digo yo, es el título que se les da), las mujeres y el resto de hombres federados por ese orden, en este estaba mi hermano Javi, liante de este embolado.


   Nuestras caras son de nervios propios de una carrera, añadiendo los de un debut y de la incertidumbre de la climatología, pero lo tengo claro, lo que quiero es empezar ¡YA!, ahí es donde me giro y veo a Juli diciéndonos una vez más: “cabeza, cabeza”.


   Mi salida en el agua es rápida para evitar golpes, codazos o patadas, bien! voy detrás de la canoa y a  buen ritmo, poco a poco voy alcanzando nadadores de la salida anterior a la mía, es lógico, de las tres especialidades la natación es mi fuerte y normalmente la peor de los triatletas… he de aprovecharlo! Además, debido a nuestro pasado de natación, la travesía del lago de Banyolas era una prueba que ya había realizado en muchas ocasiones.  


   Salgo del agua con una ligera molestia en el gemelo izquierdo, pienso: nada grave, total, solo me quedan 40 km de bicicleta y 10 corriendo… Optimista siempre ; )


   Llego a mi box intentando recordar todas las instrucciones de Javi para la transición.  Al salir en bici voy acomodando la postura en ella, el ritmo y las sensaciones. A los diez minutos volvía a llover la de Dios, así que después de los 1500 m de natación, ¡¡¡40 km más de agua!!! Pienso: no pasa nada… llueve para todos, así que pa’lante! Pero… ¿¿¿tenía que ser hoy en mi debut y siendo este el quinto día que pillo una bici de carretera??? Todo va bien hasta que empiezo a ver corredores caer a causa del agua, no toques el freno Juan o te la pegas.  Voy haciendo kilómetros y como esperaba me van adelantando todos los que yo había pasado nadando; la bici es mi peor prueba en comparación, pero no me hundo y sigo a mi ritmo; consigo enganchar algún que otro grupo. Al llegar a la zona de transición otra vez, me indican que ponga el pie al suelo y baje de la bici, no he pisado la línea, así continuo en carrera.


triatlon banyoles
Todos al agua!
   En mi box veo a Juli animándome, que siempre tiene que aguantar nuestras aventuras más nerviosa que nosotros mismos (hay que decir que en el coche con nuestra improvisación habitual y algún despiste que otro no ayuda a calmar los nervios…). Me cuenta que Javi ya ha pasado, lo sé, lo sé, solo quería saber cuánto me llevaba: él nada mejor que yo y en bici también tira más, sumado a que había salido cinco minutos antes que yo…  así que lo único que esperaba era cruzármelo en alguna curva de la carrera.


   Me cambio de calzado e ignoro cualquier ajuste de calcetines o bambas… voy mojado de arriba abajo, así que ni me molesto. Comienzo a correr y por suerte las sensaciones son buenas, voy cogiendo la postura erguida y con buena zancada. Lo malo: el camino del lago es un barrizal, por lo que la tracción no será la misma, pero voy tan ilusionado que nada me quita la ilusión de terminar mi primer triatlón.


   Voy adelantando corredores que parecen  estar más agarrotados que yo… la lluvia va haciendo estragos. La carrera a pie de 10 km constaba de dos vueltas a un circuito, al paso por mi primera vuelta vuelvo a ver a Juli animándome y disfrutando de vernos hacer lo que nos gusta tanto. Continúo corriendo y paro 5” a estirar un isquio, lo tengo claro, prefiero parar y poder seguir con garantías que sufrir lo que queda de carrera con calambres o molestias. Una vez solventado el contratiempo continúo con paso firme hacia mi objetivo, durante la segunda vuelta aprieto lo que puedo ya que veo el final de esta aventura y hay que darlo todo, o lo que quede vaya. En mi esprín final veo nuevamente a Juli donde estaba la última vez junto a Javi, que deduzco ya ha terminado la carrera, me aplauden como posesos, casi tan orgullosos y contentos como yo. Durante la recta final no pude borrar la sonrisa de mi cara, lo voy a conseguir, ¡¡¡mi primer triatlón!!!


   La conclusión final es que fuera de la marca (Javi me ganó, por supuesto! e insisto en que no entraré en marcas!!!), disfruté de una gran carrera, de tres disciplinas que me encantan y que lo compartí con Juli, Javi y Julen.  
(JUAN) 
  Gracias por tu crónica y sobre todo, gracias por sumarte siempre a mi camino y aportar tu fuerza, buena energía, ganas de superación y especialmente, tu incondicional apoyo. (JAVI)

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